San Leonardo, nuevo Monumento Histórico Nacional para Córdoba

en Agua de Oro

Es un hotel y restaurante de Agua de Oro, en el corazón de las Sierras Chicas, construido en 1930 y restaurado a nuevo en 2006. Fue construido por César Ferrari, el mismo arquitecto de la Iglesia de los Capuchinos, en la ciudad de Córdoba, y de otras obras emblemáticas.

El hotel y restaurante San Leonardo, ubicado en la pequeña localidad de Agua de Oro, en la región de Sierras Chicas, fue incluido en la nómina de inmuebles de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos, que depende del Ministerio de Cultura de la Nación. La noticia fue recibida con júbilo en la región. En Sierras Chicas sólo tiene ese reconocimiento la histórica capilla de Candonga, ubicada a escasa distancia de Agua de Oro. Entre ambos, potenciarían el recorrido histórico.

El sábado pasado, en el Día de los Monumentos Nacionales, se celebró esta designación con una actividad de la que participaron familiares de César Augusto Ferrari, el arquitecto y artista que construyó la emblemática edificación en 1930. Hubo vecinos, diseñadores, historiadores, arquitectos y artistas que participaron de una visita guiada por la planta baja y el hotel recuperado, y la proyección de una retrospectiva sobre la vida y obra de Ferrari en la Academia Albertina de Turín, donde estudió.

El constructor de este hotel serrano acumula diplomas: también fue el arquitecto del claustro de Nueva Pompeya en Buenos Aires; de la basílica de San Francisco y la de las Hermanas de la Merced, en Córdoba; de las iglesias de Unquillo y Villa Allende, y de una decena de casas que hicieron historia, entre las que se distinguen La Cigarra y El Castillo, el colegio y la capilla de las Adoratrices, en Martínez; la Abadía de los Benedictinos y el mausoleo de De Andrea, ambos en Buenos Aires; o la basílica de Río Cuarto, que tiene la particularidad de sus torres asimétricas. Pero su obra más reconocida, también Monumento Histórico Nacional, es la iglesia del Sagrado Corazón de los Padres Capuchinos, en el centro la capital cordobesa.

Mucha historia

San Leonardo fue construido por Ferrari a pedido de la familia Vergonjeanne, quien eran terrateniente de la zona un siglo atrás. Luego quedó para uno de sus integrantes, Gastón, que fue un conocido sacerdote de su época en esta región. Entonces, pasó una etapa como casa de retiros, y luego fue hostería, hasta convertirse en hotel durante 20 años y finalmente pasar a ser propiedad de la Iglesia Ortodoxa Cristiana, para casa de uso religioso, hasta ser abandonada y saqueada.

En 2006, la propiedad fue adquirida por Claudia González y Eduardo Argüello, quienes iniciaron un lento proceso de restauración que hoy ofrece la posibilidad de alojamiento en siete habitaciones, un restaurante de categoría, tienda de antigüedades y un salón de fiestas.

“Esta distinción nos sorprendió más que gratamente a todos porque la propuesta ante la Nación la hicieron los mismos familiares de César Augusto Ferrari, luego de visitar el lugar y valorar el respeto a la propiedad en la restauración que hicimos. Cuando llegamos aquí, en 2006, era casi una ruina, estaba abandonada y vandalizada, no podíamos creer que un inmueble de esta magnitud construido por Ferrari se encontrara en ese estado”, cuenta González.

Restauración

Para el comienzo de la restauración solicitaron el asesoramiento de historiadores, sociólogos, antropólogos y demás especialistas en este tipo de construcciones. La tarea deberá ser visada por la Comisión Nacional de Monumentos Históricos, como cada retoque o reforma futura.

A partir de ahora, el compromiso de los propietarios del hotel San Leonardo es abrirlo para visitas guiadas y difusión de la obra de César Ferrari en sus expresiones artísticas y arquitectónicas.

“El objetivo es convertirlo en el centro de interpretación de ese genial artista que fue Ferrari, que dejó tantas huellas en nuestro país, adosándole el entorno de las Sierras Chicas como ámbito de comunión con la naturaleza”, concluyó González.

El hotel se encuentra en la esquina de Lozano y Costanera, en la localidad de Agua de Oro, a pocos metros de la ruta E-53.

En la provincia hay 40 monumentos históricos

Más de la mitad de estos edificios está en la Capital.

De valor. En el interior de Córdoba, había 19 monumentos históricos nacionales. En la Capital, otros 21 suman esa calificación. Se trata de edificios o inmuebles que, por su relevancia para el pasado o su valor arquitectónico y cultural, han merecido la más alta consideración legal para asegurar su conservación hacia el futuro.

Deteriorados. Pero que exista una ley nacional que les reconoce ese estatus no implica que realmente se les garantice el mínimo mantenimiento para su preservación. Un relevamiento realizado por La Voz hace un año comprobó que varios evidenciaban un avanzado estado de deterioro.

Monumentos. Para que un inmueble sea declarado Monumento Histórico Nacional debe existir una ley del Congreso que lo incorpore al listado oficial del Ministerio de Cultura de la Nación. En Córdoba se sumarían en mayo varios más, a punto de ser incluidos en esa lista.

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