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Con educación y nuevos tratamientos se puede controlar la psoriasis

Para abordar los distintos aspectos vinculados con la psoriasis, enfermedad que afecta a entre el dos y el tres por ciento de la población, se realizó Psoriatika 2020, el Primer Congreso Argentino para pacientes con enfermedad psoriática que contó con la participación de más de 6300 pacientes y especialistas de todo el país.

El encuentro, que se desarrolló de manera virtual, fue organizado por la Asociación Civil para el Enfermo de Psoriasis (Aepso), entidad que está celebrando sus 15 años, con el apoyo de la Sociedad Argentina de Psoriasis (Soarpso), la Sociedad Argentina de Reumatología (SAR) y la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD). Tuvo un módulo nacional y cinco módulos regionales para abordar la situación actual de los pacientes de cada provincia.

Silvia Fernández Barrio, presidenta de Aepso y moderadora del congreso, destacó que el objetivo es la educación de los pacientes, y a ellos se dirigió: “Hoy pueden estar muy bien. No les digo que no van a tener nada de psoriasis, pero no dejen que la enfermedad los maneje: sean ustedes los dueños de sus vidas”.
Alberto Lavieri, coordinador del ‘Grupo de Trabajo de Psoriasis’ de la SAD, explicó que “la piel es sólo la punta de un iceberg, lo que podemos ver en la superficie. Hay muchas cosas a las que debemos estar atentos. Compromete a otros órganos porque es una enfermedad sistémica”.

Su principal comorbilidad es la artritis psoriática, que puede afectar al 30% de los pacientes con psoriasis. “En general la artritis psoriática es posterior o simultánea a la psoriasis, pero en dos de cada 10 pacientes el compromiso musculoesquelético puede ser anterior a la aparición de las lesiones en la piel”, advirtió el reumatólogo Enrique Soriano, ex presidente de la SAR.

Además de la artritis psoriátrica, otras comorbilidades están asociadas a esta patología: enfermedad inflamatoria intestinal, trastornos cognitivos y depresión (por un mecanismo inflamatorio a nivel del sistema nervioso central), hígado graso, síndrome metabólico y disfunción endotelial (la misma placa de la psoriasis se produce en el nivel de la capa interna de los vasos sanguíneos) y coronariopatías.

“En los últimos 15 o 20 años, si en algo se ha avanzado es en la psoriasis. Comprendemos más la enfermedad y las terapéuticas, y dermátologos, reumatólogos endocrinólogos, nutricionistas y psicólogos tenemos las herramientas para acompañar en este camino”, evaluó Ariel Sehtman, presidente de la SAD.

Si bien no existe una cura para la psoriasis, hoy el control de la enfermedad es posible, ya que se dispone de una amplia variedad de tratamientos y terapias, tanto tópicos como fototerapia y medicamentos sistémicos, que a menudo se combinan entre sí para controlar los síntomas, alcanzar la remisión y mejorar notablemente la calidad de vida.

Módulo regional: Centro
Durante la segunda jornada se realizaron módulos regionales moderados por Silvia Fernández Barrio, presidenta de Aepso. En cada uno de ellos se hizo hincapié en las situaciones particulares de cada provincia respecto de la disponibilidad de especialistas y servicios médicos, problemáticas relacionadas al acceso a los tratamientos y, además, los profesionales respondieron a las inquietudes de los participantes.
Dermatólogos y reumatólogos representantes de Córdoba, AMBA y Provincia de Buenos Aires brindaron un panorama de la situación actual de la enfermedad, los diferentes tratamientos y las posibilidades de acceso en la región. Además, remarcaron la importancia de realizar un diagnóstico temprano y un abordaje interdisciplinario para acompañar al paciente en todas las instancias del tratamiento.

Tratamientos biológicos
En la actualidad, según los especialistas, los mejores resultados para la psoriasis los están obteniendo los tratamientos biológicos. La doctora Alejandra Babini, jefe del Servicio de Reumatología en Hospital Italiano de Córdoba, aseguró que estos tratamientos “realmente les cambian mucho la vida a los pacientes” y cuenta su propia experiencia con un familiar que, tras distintos intentos con otros tratamientos “probó la interleuquina 23 y en un mes le cambió la vida”. Además, explicó que “tener varias opciones de biológicos y pequeñas moléculas permite evaluar mejor a los pacientes y brindarles más opciones para conseguir una mayor adherencia al tratamiento”.
Al concluir el módulo, tanto Silvia Fernández Barrio como los especialistas disertantes, enfatizaron la importancia de tener paciencia con el tratamiento indicado por el médico y aconsejaron a los pacientes que no bajen los brazos dado que la respuesta terapéutica a veces tarda en llegar, pero es posible alcanzar la remisión y, por consiguiente, mejorar notablemente la calidad de vida.

El efecto del coronavirus
Otro llamado de atención de los disertantes de Psoriatika tuvo que ver con la importancia de no descuidar las patologías crónicas en el marco de la pandemia, tanto en los controles como en su detección. “Todo parece ser coronavirus y está muy bien, pero no hay que perder de vista que hay una cantidad de enfermedades que son tan importantes y que hay que consultar en el momento en que algo nos afecta. Existen corredores seguros que nos permiten ir a los consultorios o pedir turno en los hospitales”, alentó Lavieri.
Cristina Echeverría, presidente de Soarpso, explicó que puntualmente los pacientes con psoriasis “no deben suspender sus tratamientos, sino continuarlos tomando medidas precautorias para evitar el contagio, como lo tomamos todos” y aunque precisó que cada paciente debe siempre consultar con su profesional tratante, remarcó que “no hay indicación de suspender drogas biológicas o tratamientos sistémicos en pacientes no contagiados” de Covid-19.

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