Desde tu casa disfrutá de la primera obra jesuítica en el territorio cordobés. La visita es guiada por “Viajá virtual”. Es este viernes a las 18, y en beneficio de la Fundación CONIN de Chaco.
Córdoba, que recientemente cumplió 447 años, es una de las ciudades con una vasta historia. Con solo recorrer sus calles adoquinadas nos encontraremos con iglesias, campanarios, edificios que hablan de otras épocas y de cuando aún era un poblado.
Uno de estos espacios arquitectónicos de antaño, y que hasta el día le dan vida al centro de la ciudad, es la Manzana Jesuítica.
Este conjunto edilicio comprende la Iglesia de la Compañía de Jesús, capilla Doméstica, la Residencia de los padres, el antiguo Rectorado de la Universidad Nacional de Córdoba, hoy convertido en museo, y el Colegio Nacional Monserrat, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2000.
Es uno de los paseos imperdibles por la ciudad. Pero por la pandemia de coronavirus estos edificios se encuentran cerrados.
Y en este contexto, el cordobés, Federico Sylvester, junto al chaqueño, José Ignacio Saife, idearon el proyecto “Viajá virtual” que te invita a recorrer diferentes lugares de Córdoba de manera online, y en este caso la Manzana.
Para que disfrutes y aprendas sobre su historia, quiénes caminaron y habitaron ese espacio, que hoy forma parte de la cultura cordobesa y mundial.
“Es el primer tour virtual que realizamos juntos por la plataforma Zoom”, relata Sylvester.
Pero “la idea es invitar a las personas a descubrir diferentes lugares de Córdoba. Y ampliar el horizonte hacia otras provincias a medida que vaya creciendo el producto”, expresa este conocedor de la historia jesuita.
El tour es gratuito. Y quienes quieran colaborar lo pueden hacer a beneficio de la Fundación CONIN de Barranqueras, Chaco, que combate la desnutrición infantil.
Página web: https://conin.org.ar/
Para inscribirse al tour online ingresan a este link.
Los jesuitas en Córdoba
La historia se remonta a 1599, cuando la orden creada por Ignacio de Loyola, tomó posesión de la manzana de la hoy capital cordobesa. Allí se erguía la ermita dedicada a Tiburcio y Valeriano, los santos que habían protegido a los vecinos de la plaga de langosta.
Así, los recién llegados designaron a la ciudad, por entonces de 300 habitantes, como cabecera de la provincia Jesuítica de la Paraquaria, que comprendía los actuales territorios de Argentina, Paraguay, sur de Brasil, Uruguay, sureste de Bolivia y Chile.
Fieles a sus preceptos fundacionales, educar y evangelizar, erigieron sobre los restos de la humilde ermita, la Iglesia de la Compañía de Jesús, que comenzó a construirse en 1653 y se concluyó en 1674.
Sucesivamente se agregaron las construcciones destinadas al Colegio Máximo (en 1610), la Universidad (en 1622), el Colegio Convictorio de Nuestra Señora de Monserrat (fundado en 1687 pero recién instalado en su actual emplazamiento en 1782 tras la expulsión de la Compañía) y Noviciado (hacia 1710).
