Luciana Moyano: Pequeña con alma de gigante

en Estación Juárez Celman

Con tan solo 13 años, la tenista cordobesa ya se ubica en la cima del Ranking Argentino y Sudamericano. Constancia, talento y un sueño por cumplir la posicionan como una de las promesas del tenis argentino.

El talento de Luciana no es ninguna novedad. Mes a mes sorprende con resultados que invitan a creer en su sueño, en confiar en las habilidades y el talento de esta niña que nos representa alrededor del mundo y lidera todos los rankings de su categoría.

“Luli”, como le dicen sus amigos, ya se prepara para una nueva gira europea tras haber representado un año más a la selección nacional, destacándose invicta en el torneo sin ceder sets en todos sus singles y pieza fundamental en dobles.

Su última participación la tuvo en el ITF Juniors disputado en Bolivia, coronándose campeona en una categoría hasta 5 años mayor tras derrotar a la boliviana Duran Montaño por 0-6 6-2 6-3. Torneo que le permite comenzar a sumar puntos en el Ranking Mundial y posicionarse, a su corta edad, entre las mejores del planeta.

Un poco de su historia

La pequeña deportista nació rodeada de canchas y raquetas en un predio ubicado sobre la autopista E-53, en uno de los sectores más apartados de la ciudad de Estación Juárez Celman. A sus dos años encontró su pasión por el tenis, cuando pisó por primera vez el polvo de ladrillo y supo que no lo abandonaría jamás. Pasaba tardes enteras practicando contra el frontón con el único objetivo de mejorar y dar la mayor cantidad de golpes consecutivos.

“Caminaba arrastrando la raqueta. Se paraba frente a la pared, le pegaba lo más fuerte que podía y la pelota se le escapaba. Lejos de rendirse, la buscaba y volvía a intentarlo. Eso resume un poco su infancia”, recuerda Gustavo, su papá y uno de los pilares que la acompañan a afrontar tantos desafíos.

Su niñez queda escondida entre tantos logros deportivos que demandan el esfuerzo y la mentalidad de un deportista de élite. Sus juguetes, peluches y juegos de niños se pierden en tres entrenamientos diarios, una dieta con un sólo permitido por semana y una agenda llena de viajes por el mundo que atesoran el mayor de sus sueños.

“La verdad que casi siempre estoy entrenando, pero el tiempo que tengo libre voy a la escuela y se lo dedicó a estudiar, el año pasado terminé como abanderada. Cuando termino todo me gusta ver pelis, estar con mis amigos y ver deporte”, expresa Luli, dejando relucir su madurez y la responsabilidad con la que asume su carrera.

Sus convicciones, empeño y logros conseguidos la ubican como una de las jóvenes deportistas más destacadas del país. Un lugar que, de seguro, conservará por muchos años más. Llevando la bandera de Argentina por todo el planeta y, a sus espaldas, siempre alentando, una provincia que aplaude su talento.

Foto: prensa La Recta

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