Las obras culminaron el lunes pasado. Y desde martes el municipio realiza los trámites legales de traspaso a las familias que se inundaron en 2015. Desde el próximo lunes se hará la entrega de las llaves.
Finalmente las 51 familias de Unquillo damnificadas por las inundaciones de 2015 tendrán sus viviendas tras una espera de cinco años.
El lunes, la empresa Toinar SRL, que se hizo cargo de la obra en febrero de este año, culminó la obra y la entregó a la Provincia las viviendas que faltaban.
La construcción comenzó en 2017 en dos manzanas que compró y diseñó el municipio en barrio Villa Tortosa, luego se paralizó por problemas financieros de la antigua constructora Pórtico SA y Coniser SRL.
Entonces, el Gobierno provincial llamó a una nueva licitación y salió elegida la empresa que logró terminarla.
La finalización de las construcciones se da en medio de la pandemia de coronavirus y por eso los propietarios irán recibiendo sus hogares, de manera progresiva, desde el lunes próximo 22 de junio.
Así lo confirma el intendente de la ciudad, Jorge Fabrissin: “No habrá acto. Primeramente se tirarán las casas inundadas y luego se entregarán las nuevas, entre seis y siete por día”.
Por lo que desde este martes comenzó “la entrega formal”, que será en tres fases, mediante la firma de documentos legales que acreditan el traspaso de las viviendas de la Provincia a los nuevos propietarios.
Al respecto, Alan Bassi, secretario de Obras Públicas y Privadas de la municipalidad de Unquillo, detalla a La Voz cómo serán los pasos para la entrega definitiva: “Este martes, comenzó la firma de documentos legales para la transferencia de los hogares”.
Luego, sigue la inhibición de las viviendas, “no se pueden usar los espacios que dejan las familias como lugares de viviendas permanentes”, dice el Secretario municipal.
El trámite finaliza con la entrega de llaves en el nuevo barrio. “Cada una de las familias se adueña de la casa y en presencia de la Provincia y de Toinar, puedan ver los detalles constructivos y validar la vivienda que les fue asignada”, afirma Bassi.
Aunque aún faltan los servicios esenciales para poder habitarlas: luz y agua, por lo que el municipio los gestionará ante Epec y la cooperativa local. Además de la construcción de un desagüe externo por parte del ente municipal.
Qué dicen damnificados
“Fui a firmar los papeles pero aún no me dieron fecha de entrega”, cuenta Valeria Viña, una de las damnificadas.
La situación de esta madre que vive con sus cuatro hijos es compleja ya que donde alquila “no la esperan otro mes” y debe conseguir un lugar para mudarse mientras aguarda para instalarse en su vivienda definitiva.
“No damos más. Las condiciones donde estamos viviendo es muy complicada y se viene el frío. Aparte de la ansiedad que tenemos nos tienen con vuelta”, dice la damnificada.
