Las familias que habían tomado la iglesia dejaron el lugar pacíficamente, gracias a la intervención conjunta del fiscal Raúl Garzón, el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia y el municipio local.
Las familias que se encontraban usurpando una capilla en la ciudad cordobesa de Estación Juárez Celman, en donde habían instalado un parripollo y una tienda de lencería, desocuparon finalmente este jueves el edificio de forma pacífica.
La decisión se debió al trabajo en conjunto que realizaron el fiscal Raúl Garzón, el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia y el municipio local.
Finalmente, se dispusieron de camiones para trasladar las pertenencias de dos familias a las que ya se les había otorgado un terreno cuando fue el desalojo del predio que se encuentra contiguo a la capilla, hace dos años atrás, en barrios Marcelo T. de Alvear y Juan Pablo II.
Según indicó la intendenta Myrian Prunotto, “el edificio quedó en muy malas condiciones, por lo que el Ministerio de Desarrollo Social se comprometió con los vecinos para ayudarlos a restaurarla“.
La funcionaria había expresado la situación que estaba ocurriendo en su ciudad a los medios de comunicación semanas atrás, por lo que el proceso se aceleró y logró resolverse a corto plazo. ”La mediatización del caso ayudó a que le devolvamos la capilla a los vecinos“, sostuvo.
Una historia de larga data
La historia detrás de la usurpación de la capilla viene de larga data, ya que hace tres años 230 familias tomaron el predio que está contiguo. Gracias a distintas negociaciones, se llegó a un acuerdo y gran parte de esas familias lograron acceder a una vivienda, mientras que unas 25 personas permanecieron en el patio del templo.
Con el paso del tiempo, y tras intensas gestiones, todos fueron dejando el terreno que el cura párroco les había prestado, salvo estas dos familia, que no sólo no se fueron sino que usurparon la iglesia.
