Vecinos de Villa Allende se oponen al cierre de calles y a la instalación de portones en la ciudad

Impulsan un petitorio y una movilización en rechazo a la medida, al tiempo que reclaman una audiencia pública con el intendente. Este viernes se movilizarán a la comisaría local.
A pesar de las altas temperaturas de los últimos días, los vecinos de Villa Allende vienen realizando reuniones auto-convocadas en las plazas de los distintos barrios.
Luego de las asambleas realizadas en Lomas Sur, Barrio La Cruz, Pan de Azúcar, La Amalia, Epicuro, Barrio Golf, San Alfonso, Lomas Este y Oeste, El Ceibo y Villa Allende Parque entre otros, los vecinos iniciaron una campaña de firmas dirigida al intendente y al Concejo Deliberante.
En el petitorio, que comenzó a circular también en otros barrios, expresan su oposición al cerramiento de calles mediante portones, y solicitan al intendente la convocatoria a una audiencia pública para explicitar las razones por la que se oponen a la iniciativa del ejecutivo.
Las razones del rechazo al proyecto
Entre los principales motivos de oposición, se señala que el intendente no ha presentado en ningún momento una fundamentación técnica o estudio de antecedentes o estadísticas que avalen su iniciativa, limitándose solo a señalar que responde “a un pedido de vecinos” sin que se haya especificado nunca su número ni a que barrios corresponden, por lo que afirman que además de violentar derechos y leyes vigentes, el origen del proyecto “está flojo de papeles”.
Señalan también que, además de introducir una restricción a la libertad de circulación y una segregación entre los vecinos, el cierre generará la desvalorización de las propiedades.
Afirman que esto ocurrirá no solo en las que se coloquen los postes de cemento y los portones de dos metros de altura, sino también en las viviendas de la cuadra que queden encerradas entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana, horario en que los portones se volverían a abrir, si es que la persona encargada no se retrasa o tiene algún inconveniente.
El horario de cierre establecido además les parece arbitrario, ya que buena parte de los delitos se producen durante el día.
Otro de los motivos de oposición, son los problemas de evacuación y riesgo de vida que entienden generarían los portones en los barrios anegables frente a una nueva inundación como la producida en la ciudad en 2015.
En igual sentido destacaron las dificultades y retrasos que ocasionarían en caso de urgencias médicas y/o incendios ya que los móviles se verían obligados a dar una serie de rodeos hasta llegar al lugar del hecho, en circunstancias donde un minuto puede definir el límite entre la vida y la muerte.
Apuntaron que las mismas dificultades de desplazamiento, tendrían frente a eventuales delitos, los propios vehículos de seguridad ciudadana o la policía.
La problemática económica
La cuestión económica también estuvo presente en las deliberaciones, al señalarse la posible caída de ventas en los comercios barriales durante el horario de cierre, ya que el mismo desalentaría a los clientes, obligados a dar un rodeo a una o varias manzanas para poder efectuar sus compras.
Pero, además se rechazó el eventual aumento de hasta un 100% en la tasa municipal -aprobado al finalizar 2024-, que deberán afrontar quienes queden incluidos en este esquema de seguridad y el alto costo, -unos 600 millones de pesos – que insumiría la ejecución de los portones y que señalan los vecinos, podría ser invertido en otros ítems que hacen a la seguridad (mejora de iluminación, desmalezado de baldíos y cauce de los arroyos, bacheo de calles, nuevos móviles, etc.)
Además, señalaron que el proyecto estipula que los gastos que demande el mantenimiento mensual, también deberán estar a cargo de los bolsillos vecinales.
Las trabas para oponerse al proyecto
Por último, señalaron su oposición al sistema planteado para definir si se instalan o no los portones, ya que para dejar de lado la iniciativa se exige que un 40% de los vecinos expresen su oposición, -y no que quienes eventualmente quisieran los portones lleguen a ese porcentaje-, lo cual, según los vecinos además de un trato desigual, es una maniobra del ejecutivo.
Afirman que la intendencia especula para imponer su proyecto, con la abstención y el bajo porcentaje de ciudadanos que suele concurrir a votar en las elecciones como en 2023, ocasión en que el total de votantes no llegó siquiera al 60 % del padrón y donde el propio Cornet fue elegido como intendente solo con el 16 % de los votos del mismo.
Denuncian que el porcentaje del 40 % exigido para oponerse es más del doble de los votos que obtuvo el intendente y es aún más complejo de alcanzar, ya que solo podrían votar quienes sean propietarios y figuren como titulares en el padrón de contribuyentes, dejando fuera de la decisión a la gran parte de la población que vive en la ciudad y que no reviste tal condición.
Las próximas acciones vecinales
Los vecinos tienen programadas reuniones en los próximos días, en las que también se vienen analizando alternativas de seguridad comunitaria y se movilizarán este viernes ante la comisaría local para entregar una nota solicitando una audiencia al ministro de seguridad provincial -quien por ley tiene a su cargo el tema de la seguridad en toda la provincia -para hacerle conocer su oposición al cierre de calles.
Luego de esto, y como parte de su plan de acción se proponen realizar una nueva movilización a la municipalidad- en día y hora a definir por los vecinos-, para entregar las firmas recolectadas en los distintos barrios, a la que invitarán especialmente a los medios de prensa.
La misma se realizará, antes del comienzo del periodo ordinario de sesiones del 1° de marzo en las que el ejecutivo ha planteado el tratamiento del controvertido proyecto.