En las localidades del corredor serrano está prohibido el uso, tenencia y venta de productos de pirotecnia y/o fuegos de artificios a través de ordenanzas. Siguen las campañas por pirotecnia cero.
Localidades como La Calera, Villa Allende, Río Ceballos, Saldán, Unquillo, Salsipuedes, Mendiolaza y La Granja prohíben el uso tenencia y venta de productos de pirotecnia y/o fuegos de artificios a través de normativas sancionadas por el Concejo Deliberante de sus respectivas ciudades
En muchos casos, fueron los mismos vecinos quienes solicitaron que se establezcan limitaciones y regulación en el uso.
Ya que es conocido el impacto negativo que produce la utilización o tenencia de pirotecnia sobre el ambiente, las personas y los animales.
Su manipulación presenta serios riesgos, con peligro de producir graves lesiones o quemaduras, llegando incluso a provocar enormes gastos materiales por incendios y ruidos molestos.
La Granja fue la primera localidad de Sierras Chicas en prohibir la pirotecnia con la ordenanza número 567 /15.
Luego, le siguieron Villa Allende, con la ordenanza número 299/16, Mendiolaza con la norma número 707/2016.
También, Unquillo mediante la norma número 976/2016, Río Ceballos con la ordenanza número 2317/16, Salsipuedes sancionó con la ordenanza número 1.239/2016.
En tanto, Saldán sancionó la ordenanza 26/2017 como territorio libre de pirotecnia y en La Calera con la ordenanza 027/CD/2017.
Desde los municipios realizan, todo este mes y comienzo del año, la campaña “pirotecnia cero”.
Pirotecnia cero
La pirotecnia es un entretenimiento de alto riesgo, sobre todo para niños y niñas de entre 5 y 14 años. Provocan quemaduras, irritaciones en los ojos y vías respiratorias, lesiones y hasta perdida de extremidades.
Además, afecta a las personas por el malestar que causa la contaminación acústica. Sobre todo a adultos mayores, recién nacidos y personas con capacidades diferentes.
Los animales también sufren por la pirotecnia, provocándoles estrés auditivo, ganas de huir (lo que provoca todo tipo de accidentes), taquicardia, palpitaciones, temblores, náuseas, convulsiones, paros cardíacos.
Asimismo, contamina la atmósfera, añadiendo gases de efecto invernadero y libera una lluvia de toxinas al suelo, al aire y al agua, esta también ocasiona incendios y deja residuos plásticos.
