Los niños también pueden tener enfermedades reumáticas

en Noticias/Salud/Salud

El Día Mundial de las Enfermedades Reumáticas en Niños y Jóvenes, instaurado por la Sociedad Europea de Reumatología Pediátrica y la Red Europea para Niños con Artritis, se conmemora cada 18 de marzo y tiene como objetivo concientizar sobre estas enfermedades que habitualmente se asocian a personas de edad avanzada. En este marco, la Fundación de Reumatología Infanto Juvenil de Argentina, con el apoyo de la Sociedad Argentina de Reumatología, la Sociedad Argentina de Pediatría y la Asociación Argentina de Kinesiología, hace hincapié en la importancia de la consulta temprana con el reumatólogo pediátrico para un diagnóstico precoz y un tratamiento oportuno.

Para conocer más de esta temática, la doctora María Teresa Apaz, jefa del Servicio de Reumatología Pediátrica dela Clínica Reina Fabiola brinda respuestas a algunas preguntas frecuentes sobre el tema.

“Los niños también pueden tener enfermedades reumáticas en las que factores vinculados al crecimiento y al desarrollo las diferencian claramente de los adultos. La más común es la Artritis Idiopática Juvenil (AIJ), que difiere mucho de la artritis reumatoidea del adulto. De hecho, las enfermedades reumáticas pediátricas tienen un curso clínico diferente al de sus contrapartes adultas, presentando distintas complicaciones (por ejemplo, la uveítis, un problema que aparece en la AIJ y no en la artritis reumatoidea del adulto). Además, los niños y los jóvenes tienen necesidades específicas diferentes relacionadas a su desarrollo físico, emocional y social”, explica Apaz.

Detectarlas a tiempo es clave

Sobre la importancia de detectarlas a tiempo, la especialista explica que “muchos niños con enfermedades reumáticas no presentan inicialmente todos los síntomas, retrasando así su detección. La detección temprana proporciona un mejor pronóstico, mientras que la demora o el diagnóstico incorrecto puede agravar el daño causado por el desarrollo de la propia enfermedad causando que parte del daño se vuelva irreversible.

Al igual que en los adultos, se considera que hay una “ventana de oportunidad” (desde que se inician los síntomas hasta que el paciente comienza con el tratamiento) para conseguir la mejor respuesta posible al tratamiento: la remisión. En los últimos años se ha mejorado el diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades en niños. Por eso, cuanto antes lleguemos al diagnóstico y más precozmente se frene la actividad de la enfermedad, mejores van a ser los resultados”, agrega Apaz.

El tratamiento

La especialista explica que el tratamiento se basa en una combinación entre técnicas de rehabliitación y medicinas: mientras las primeras preservan la función articular y contribuyen a prevenir deformidades, la medicación inhibe la inflamación articular y sistémica. “La terapia es bastante compleja y requiere la cooperación de varios especialistas. Tanto el diagnóstico como el abordaje se realizan de manera interdisciplinaria, donde el pediatra y el reumatólogo trabajen en conjunto con el oftalmólogo, el traumatólogo, el terapista físico y el psicólogo, entre otros profesionales, tienen como objetivos fundamentales controlar el dolor, preservar el movimiento, la fuerza, la función muscular y prevenir la discapacidad”, dice Apaz.

Cuando los niños crecen

Para esta experta en reumatología pediátrica, “el paso de la adolescencia hacia la vida adulta es una tarea importante para cualquier niño, que se convierte en un desafío especial para los niños con enfermedades crónicas y sus padres. La transición a un servicio de atención de adultos es un proceso que debe comenzar cuando un niño llega a la adolescencia. Esto requiere planificación y coordinación con la participación de los pacientes, la familia, el equipo de servicio pediátrico y el equipo de servicio para adultos. Debe ser integral y responder a las necesidades del paciente”.

Deja un comentario

Your email address will not be published.

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.