Un curso formó a entusiastas emprendedoras en Estación Juárez Celman

en Estación General Paz

Se capacitaron en pastelería y lograron sumar aportes sustanciales a la economía de sus hogares con la venta de productos que sobresalen por su exquisito sabor y presentación.

Hay cosas que te cambian la vida en pocos meses, y la mejoran para siempre. Eso es lo que experimentaron las mujeres que lograron completar el Curso de Pastelería y Repostería que se llevó adelante en el marco de la Universidad Popular de Estación Juárez Celman, con el apoyo de la Municipalidad de esa ciudad, la UNC y el programa provincial Ceder.

Una amplia mesa con una tentadora oferta dulce coronó la fiesta del último día del curso. Atrás habían quedado muchas jornadas de capacitación en las que la profesora Silvia Peralta puso su pasión por enseñar los trucos y secretos para obtener los mejores leudados, el sabor exclusivo y la consistencia ideal de tartas, tortas, postres y otras delicias.

Con alegría, las participantes se animaron a contar su experiencia a la intendenta Myrian Prunotto, a los funcionarios municipales y a las autoridades provinciales que asistieron al emotivo cierre.

Del diálogo surge en forma natural que se ha formado un conjunto de emprendedoras, que además se hicieron amigas. “Tenemos un grupo de WhatsApp en el que comentamos cómo nos sale cada cosa que hacemos en casa”.
“Encuentro mensajes a cualquier hora en el que festejan un logro o me preguntan alguna cosa, son muy activas y desbordan en ganas de hacer”, cuenta Silvia.

Cuando se le hace notar que la mayoría de sus alumnas ha logrado sumar a la economía de sus hogares con los productos que enseñó en el curso, la profesora dice: “Me alegra que eso suceda, porque el enfoque de esta capacitación apunta a eso. Además de las técnicas y los secretos, les enseñamos a calcular costos de producción, higiene y manipulación de alimentos, así también como presentación de productos y mesas dulces”.

Por su parte, la intendenta de Estación Juárez Celman consideró: “Han logrado mucho más de lo que esperábamos con este curso, ya que antes de finalizarlo pudieron mejorar sus ingresos con sus propios emprendimientos, y eso nos llena de alegría”.

“Son 14 mujeres empoderadas que ofrecen su producción a la comunidad y mejoran así la calidad de vida de sus familias”, destacó la intendenta Prunotto.

Como complemento del aprendizaje, la Municipalidad de Estación Juárez Celman agasajó a las alumnas de este curso con un viaje a Colonia Caroya, donde realizaron un recorrido por establecimientos dedicados a la gastronomía.

Les cambió la vida

Las experiencias de las alumnas contagian entusiasmo. Una de ellas es Patricia Jaime, vecina de Villa Los Llanos, quien ya logró posicionarse como una gran hacedora de sabores. Relata con marcada emoción que ahora le encargan con mucha frecuencia mesas dulces y tortas para ocasiones especiales.

“Toda la vida me gustó cocinar y lo hacía guiada por recetas, pero este curso me sumó muchos recursos, en especial las técnicas, la decoración y la presentación de los productos, eso vale mucho a la hora de conseguir clientes, mantenerlos y multiplicarlos”, resume Patricia.

Gladys Villagra, otra vecina de Villa Los Llanos, dice que su fuerte para ofrecer son las mesas dulces. “Hago budines, alfajores de maicena, pastas frolas y tartas, en especial para cumpleaños y he logrado que los mismos invitados pregunten quién lo hizo y me llamen para hacer pedidos. El boca en boca funciona cuando logras hacer bien las cosas”, sintetiza.

Gladys coincide con Patricia sobre lo que le dejó el curso: “No es lo mismo seguir una receta por Internet que aprender con alguien que te enseña técnicas y recursos. Hay que equivocarse, remediar el error, descubrir dónde están los problemas o los riesgos que podemos evitar para así estar seguras y hacerlo bien”.

El curso, que duró 200 horas, comenzó el 14 de mayo y se extendió hasta noviembre, con dictados dos veces por semana en clases de cuatro horas que se cumplieron en el CIC de barrio Norte de Estación Juárez Celman. Lo completaron 14 mujeres, entre las que se encuentran madres que asistieron con sus hijos porque no tenían con quien dejarlos.

“Esos niños se portaron todos muy bien, fueron parte de la gran familia que se formó acá”, cuentan. Muchas admiten que quieren seguir capacitándose. Sin dudas, este curso les cambió la vida.

Fotos: Prensa Municipalidad de Estación Juárez Celman

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