Unquillo - page 19

Cumpliendo 8 décadas, la ciudad celebró reuniendo a vecinos y visitantes en torno al ritmo de las murgas y el color de las comparsas que desfilaron por la Doble Avenida. Con clima favorable, los dos primeros fines de semana de febrero se disfrutaron con espectáculos en vivo, tanto en el escenario como en la calle. Espuma, artesanías y comidas en el predio, acompañaron la propuesta artística que pudo vivirse de pie o desde las gradas.

En este sentido, el Intendente Jorge Fabrissin se mostró satisfecho con el balance general: “Lo vivimos con los nervios propios de quien hace algo importante y quiere que salga todo bien, pero muy felices por cómo se desarrolló todo”. En relación a la conmemoración por el 80 aniversario de los Corsos, Fabrissin afirmó que “intentamos sintetizar 80 años de historia, con la presencia sutil de imágenes y testimonios de ediciones pasadas y el desfile de las murgas barriales, sumando comparsas del interior del país, números musicales en el escenario e intervenciones artísticas en la calle”.

El Intendente de Unquillo destacó que el Corso es un todo, cuyo inicio fue en diciembre, con los preparativos para las celebraciones en los barrios:

“Este año, hubo más protagonismo y espontaneidad en la participación y eso se vio reflejado en la convocatoria masiva que tuvieron los carnavales barriales, organizados desde un marco de cordialidad y diálogo”.

Finalmente, agradeció la colaboración de quienes trabajaron para hacer posible esta fiesta. “Valoro muchísimo las tareas realizadas… me llena de tranquilidad saber que hemos cumplido con éxito, más allá de los errores que se corregirán para la próxima”, resaltó Fabrissin.

Por otra parte, este año la Comparsa Marí Marí brindó un taller decarnaval en la Casona de Villa Forchieri. La agrupación entrerriana compartió con murgas locales una jornada de capacitación en la que intercambiaron saberes y experiencias en relación a las prácticas llevadas a cabo en el marco del Carnaval. “Unquillo está en nuestro corazón… es un placer enorme todo lo que vivimos, desde el primer día hasta el último”, sostuvo Gonzalo Salvo, Coordinador de Marí Marí. Afirmó que:

“Cerramos con una práctica de batucada en vivo, logrando una fusión excelente con las murgas de Unquillo, pero además compartimos cortes de samba con enredo x batucada, pasos básicos y postura, caminata y desplazamiento… esta clínica fue una gratitud, un momento único”.

Al son de tambores y repiques, Salva expresó que las murgas se encontraron “en una experiencia súper positiva y muy bien organizada”, cerrando un proceso de más de dos meses de trabajo y participación socio cultural.

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