El martes comenzó a funcionar el transporte interurbano en la provincia de Córdoba. En Sierras Chicas fueron pocos los pasajes. Sí hubo muchas consultas para saber cómo es la nueva modalidad.
“Viajo a Córdoba. Voy a visitar a una amiga que no la veo desde hace ocho meses”, cuenta Valentina Grant, de Río Ceballos, con una emoción que se evidencia en su voz pero que se oculta tras el barbijo.
Ella, como miles de usuarios de Sierras Chicas, que tienen un contacto asiduo con Córdoba capital, se las arreglaron como pudieron para cumplir con sus obligaciones durante los casi nueve meses sin transporte interurbano.
En el caso de Valentina, “trabajaba como modelo y la actividad se paralizó. Incluso perdí el trabajo de mi vida, de Comercio Internacional, por no tener transporte”, relata.
En la misma situación estaba Franco Noriega, quien vive en Salsipuedes y trabaja en Córdoba. “No viajo desde marzo. Era hora que lo activaran”, narra.
Para el policía Gerardo Rodríguez, que viaja desde Quilino a Río Ceballos, la vuelta del transporte resulta “un bálsamo” en medio del camino que tiene que recorrer, a dedo o con la ayuda de algún compañero, para cumplir con su tarea.
El hecho de que las unidades de las empresas Sarmiento, Fonobus, Intercórdoba y Ersa, comenzaran a rodar cumpliendo los protocolos sanitarios, con un 30 por ciento del servicio y el 20 por ciento de los trabajadores, fue un alivio y una alegría para la región. Tanto es así que los choferes fueron recibidos con bocinazos.
Si bien fueron pocos los pasajeros, aproximadamente un 20 por ciento (hasta el mediodía), que usaron el transporte se espera que en los próximos días ese porcentaje aumente.
Marcos Loza, chofer de Fonus, relata que “arrancó” a las 5 de la mañana y le sobraban lugares en cada viaje. “A medida que la gente se entere comenzará a viajar”, agrega.
Sí hubo movimiento en las oficinas de las empresas apostadas en las terminales de colectivos: el teléfono no paró de sonar y fueron muchas las personas se acercaron para consultar sobre los nuevos requerimientos, conocer los horarios y las frecuencias.
Así lo confirmó Samuel Olmos, de la boletería de Fonobus en Río Ceballos: “Son pocos los que viajan pero tuvimos muchas consultas”.
Los que viajaron abonaron el pasaje con dinero pero también con tarjeta, cuyo costo es de 100 pesos (abono general, abono trabajador, abono escolar y monedero). “Todavía no hay una fecha límite para el uso exclusivo de la tarjeta pero hay que tramitarla para eliminar o reducir el dinero”, afirma Olmos.
