Las autoridades del PRO Córdoba le solicitaron al presidente Alberto Fernández que convoque en forma urgente a una mesa de consenso nacional “para priorizar las necesidades acuciantes de la gente, antes que ocuparse de las necesidades políticas y/o judiciales de algunos dirigentes de su espacio”.
En una carta abierta dirigida al primer mandatario y que lleva la firma del presidente del PRO en la provincia de Córdoba, Pedro Javier Pretto, explican: “Le solicitamos con urgencia esa mesa, un espacio donde podamos consensuar todas las políticas públicas que seamos capaces de generar en conjunto” y entienden que “esa convocatoria sería muy exitosa y sobre todo esperanzadora para una población que, ya desesperada, aguarda que algo positivo suceda con la dirigencia política argentina”.
En los fundamentos de su pedido, los dirigentes cordobeses manifiestan: “Nunca entendimos por qué se paralizó todo, por qué se afectó el derecho de trabajar de los argentinos, se destruyeron miles de empleos y quebraron cientos de pymes. Lo único que debió hacerse es extremar los cuidados, asegurarse de que la gente respete las medidas preventivas y seguir trabajando con los protocolos que se diseñaron, aún reduciendo horarios, cantidad de trabajadores, etcétera, pero siempre priorizando la actividad productiva, que debe sostener la economía del país, que ya venía golpeada al momento de extenderse el virus en forma de pandemia”.
“Por ello, entendemos que ahora hay que hacer un difícil equilibrio, ya que la situación lo amerita, entre la nueva ola de contagios, las medidas sociales de la cuarentena y el cuidado de la economía, procurando que toda actividad productiva, con todos los resguardos del caso, continúe generando, aunque insuficientes, los recursos para que cada día no se siga engrosando la estadística de los pobres e indigentes -a las que hay sumar la de los muertos- de nuestro país”, agregan.
Carta Completa
Señor Presidente de la Nación, Alberto Fernández:
La Argentina atraviesa ya la segunda ola de contagios de Covid-19, situación que fue confirmada hace pocos días por la señora ministra de Salud, Carla Vizotti.
Al mismo tiempo recibimos perplejos las noticias de las reuniones sociales descontroladas, eventos sin distanciamiento y hasta bailes con mucha gente agolpada y sin barbijos, como desafiando al virus, vehículo de esta pandemia que nos tiene mal a todo el mundo.
Mientras todo eso sucede, el proceso de adquisición de vacunas sigue lento y mucho peor la coordinación de la logística para que las escasas vacunas que consigue el país lleguen a los destinatarios para ser inoculados.
A la luz de los resultados que arrojaron las restricciones en lo que podemos considerar el inicio de la pandemia, incluso antes de la que podríamos llamar primera ola de contagios, nunca entendimos por qué se paralizó todo, por qué se afectó el derecho de trabajar de los argentinos, se destruyeron miles de empleos y quebraron cientos de pymes.
Lo único que debió hacerse es extremar los cuidados, asegurarse de que la gente respete las medidas preventivas y seguir trabajando con los protocolos que se diseñaron, aún reduciendo horarios, cantidad de trabajadores, etcétera, pero siempre priorizando la actividad productiva ,que debe sostener la economía del país, que ya venía golpeada al momento de extenderse el virus en forma de pandemia.
Usted, señor Presidente, siempre nos dijo que una vida valía más que un punto más o menos del PBI, sin embargo, ya superamos las 56 mil muertes y estamos con un pronóstico desalentador, sobre todo por la lentitud en vacunar a la población y lograr la inmunidad de rebaño.
Por ello, entendemos que ahora hay que hacer un difícil equilibrio, ya que la situación lo amerita, entre la nueva ola de contagios, las medidas sociales de la cuarentena y el cuidado de la economía, procurando que toda actividad productiva, con todos los cuidados del caso, continúe generando, aunque insuficientes, los recursos para que cada día no se siga engrosando la estadística de los pobres e indigentes -a las que hay sumar la de los muertos- de nuestro país.
No se entiende por qué Usted, señor Presidente, no convoca a todas las fuerzas políticas a una gran mesa de consenso para priorizar las necesidades acuciantes de la gente, antes que ocuparse de las necesidades políticas y/o judiciales de algunos dirigentes de su espacio
Le solicitamos con urgencia esa mesa, un espacio donde podamos consensuar todas las políticas públicas que seamos capaces de generar en conjunto. Esa convocatoria sería muy exitosa y sobre todo esperanzadora para una población que ya desesperada, aguarda que algo positivo suceda con la dirigencia política argentina.
